Déjenme explicar un poquito este título atreves de lo siguiente.
Sea en negocios o situaciones personales, siempre hay dos lados y muchas veces un tercer lado. La comunicación es compleja por muchos factores, a veces es por la diferencia del idioma o la diferencia de educación, otras veces es por la diferencia de región, a veces es por la diferencia de género, pero la mayoría de las veces es por el individualismo.
Cada uno de nosotros vemos lo que es importante para nosotros como la prioridad de cualquier conversación, y usualmente tenemos todas las razones para justificar lo que vemos y sentimos. Raramente nos detenemos a pensar si lo que estamos sintiendo es realmente el cien por ciento como lo vemos y como lo sentimos.
Cuando dos personas tienen una conversación en la que cada cual expone lo que siente y piensa, a veces hay concordia y otras veces hay disputas. Cuando hay concordia, todo sale bien o por los menoshay un entendimiento de cómo proceder. Cuando hay disputas, bueno, ahí se ponen las cosas más difíciles, dando paso a lo más complejo de la comunicación. Ahora cada cual está en lo cierto aunque ambos estén equivocados. Entonces entra en acción la tercera persona en la comunicación. Se convierte el enrollo en tres versiones; La de los protagonistas y la de la audiencia. En este mundo hay poco que no se pueda resolver. Solo hay que fijarse en los políticos y en nuestras propias familias. Los políticos se insultan y se dicen hasta del mal que se van a morir, igual sucede con muchos hermanos y primos. Sin embargo, al poco tiempo la audiencia (o esa tercera persona) lo ve y se sorprende. Se preguntan cómo es posible que esas personas después de acusarse mutuamente de una manera tan fea pueden trabajar juntos y hasta aparentar como mejores amigos. Como decía un programa de televisión que yo veía cuando era pequeño “La Vida es una Tómbola, Tombo, Tómbola”. Si, es sorpresivo que nosotros que supuestamente somos seres racionales, perdamos la razón tan fácil y tan rápida por simplemente el uso de palabras y por el mal entendimiento de esas palabras.
Miren a su alrededor, observen como dentro de su hogar, sus negocios, y sus vecinos, siempre hay discordias. Y casi siempre cuando usted es el espectador, usted saca su propia conclusión sin ni si quiera investigar o escuchar a ambos lados.
Señores, la moraleja de este espacio es mandarle un fuerte mensaje que para la unión y para una vida menos estresante, deben siempre recordar que “la moneda tiene dos lados” y la audiencia tiene otro. Así que deje de preocuparse tanto por lo que el otro piense y sea sincero consigo mismo primero para poder tener una conversación o discusión menos compleja y con menos problemas.
Trate de escuchar ambos lados y cuando considere necesario busque una tercera opinión. Pero si le sugiero que lo haga con respeto, hasta cuando la otra persona le falte el respeto. No hay necesidad de ponerse al mismo nivel del que lo acusa ni del que esta, tal vez, confundido con su pensar. Muchas veces tomamos decisiones sin tener toda la información a la mano y como resultado puede ser que tomemos las decisiones equivocadas.
Evite hacer comentarios que luego tenga que retractar. Piense antes de hablar o hacer acusaciones, porque todo lo que nosotros hacemos y decimos tiene sus consecuencias.
Mucha suerte en sus comunicaciones con sus familiares, sus amigos, y sus socios de negocios.
Si quieren conversar más sobre este tema u otros se pueden comunicar conmigo al 973-390-2926, o por correo electrónico anibal@solutionsmsc.com